YO
ELIJO HOY
Compartido por María
Eugenia (5 marzo 2014) Semestre 2014-II
Hoy elijo cómo vivir mi
día.
Y digo esto porque...
Esta mañana desperte
emocionad
Con todas las cosas que
tengo que hace
Antes de que el reloj
marque la medianoche.
Tengo responsabilidades
que cumplir hoy.
Soy importante. ¡tengo
tanto para servir a los demás!
Mi trabajo es escoger
que clase de dia
Voy a tener.
Hoy puedo quejarme
porque el día
Está lluvioso o
puedo-dar-gracias a dlos
Porque las plantas se
están regando gratis.
Hoy me puedo sentir
triste porque
No tengo más dinero, o
puedo estar contento
De que mis finanzas me
empujan a planear
Mis compras con mayor
inteligencia.
Hoy puedo quejarme de
mi salud,
O puedo regocijarme de
que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de
todo lo que
Mis padres no. Me
dieron mientras estaba
Creciendo, o puedo
sentirme agradecido
De que me permitieran
haber nacido.
Hoy puedo llorar porque
las rosas tienen espinas,
O puedo celebrar que
las espinas tienen
Oportunidad de
coexistir con las rosas.
Hoy puedo quejarme
porque tengo que ir
A trabajar y soportar
el maltrato de mis jefes,
O puedo gritar de
alegria porque tengo
Un trabajo y la
oportunidad de comprender
El arte de las
relaciones humanas.
Hoy puedo quejarme
porque tengo que ir a la
Escuela, o puedo
agradecer que puedo estudiar
Y abrir mi mente
enérgicamente y llenarla
Con nuevos y
maravillosos conocimientos.
Hoy el día se presenta
ante mi esperando
Que le de forma y aquí
estoy, como el escultor
Que tiene que darsela.
Lo que suceda hoy
Depende de mí, de nadie
más, yo debo escoger
Que tipo de día voy a
tener
Dios me brindó la
libertad de elegir
Y hoy se lo agradezco,
eligiendo.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE LA AUTOESTIMA.
Compartido por María Eugenia (5 marzo 2014) Semestre
2014-II
Mandamiento 1
No te asociarás con personas que te
hagan sentir mal contigo mismo.
Mandamiento 2
Dejarás de
tratar de comprender el comportamiento de los demás.
Mandamiento 3
Evitarás ia
compañía de quienes son más disfuncionales que tu mismo.
Mandamiento 4
Confiarás en
tu inteligencia emocional todos los días de tu vida.
Mandamiento 5
Te darás
permiso en cualquier circunstancia de decir
"no", de cambiar de opinión y de expresar tus verdaderas emociones.
Mandamiento 6
Lo que no
está bien. para ti no está bien para tus semejantes.
Mandamiento 7
Harás crecer
tus virtudes para disminuir tus defectos. Cambiarás lo que puedas cambiar y
aceptarás-lo .que no puedas cambiar sin sentimientos de culpa.
Mandamiento 8
No
concederás importancia a lo que otros piensen de ti
Mandamiento 9
Donde quiera
que estés, allí está la fiesta.
Mandamiento 10
Cantarás tus
propias alabanzas todos los días de tu vida.
Siempre hay alguien
que necesita tu amistad
Compartido
por Claudia Acosta (23 febrero 2014)
Un
día cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase
caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros
y pensé: "¿Por qué se estará llevando a su casa todos los libros el
viernes? Yo ya tenía planes para todo el fin de semana: fiestas y un partido de
futbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y
seguí mi camino.
Mientras
caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él.
Cuando
lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo
tiro al suelo. Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros
de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi
corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus
gafas. Vi lágrimas en sus ojos.
Le
acerqué a sus manos sus gafas y le dije, “esos chicos son unos tarados, no
deberían hacer esto". Me miró y me dijo: "¡gracias!"
Había
una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera
gratitud. Lo ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa.
Le
pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar
de una escuela privada.
Yo
nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada.
Caminamos
hasta la casa. Lo ayudé con sus libros; parecía un buen chico.
Le
pregunté si quería jugar al futbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó.
Estuvimos
juntos todo el fin de semana. Mientras más conocía a Kyle, mejor nos caía,
tanto a mí como a mis amigos.
Llegó
el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de
nuevo. Me paré y le dije:
"Hola,
vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días".
Se río y me dio la mitad para que le ayudara.
Durante
los siguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya
estábamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la Universidad de
Georgetown y yo a la de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia
no sería un problema. El estudiaría medicina y yo administración, con una beca
de fútbol. Llegó el gran día de la graduación. El preparó el discurso. Yo
estaba feliz de no ser el que tenía que hablar. Kyle se veía realmente bien.
Era
uno de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria,
había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas. Tenía más
citas con chicas que yo y todas lo adoraban. ¡Caramba algunas veces hasta me
sentía celoso…!
Hoy
era uno de esos días. Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que
le di una palmadita en la espalda y le dije
-"Vas
a estar genial, amigo". Me miró con una de esas miradas (realmente de
agradecimiento) y me sonrió
-"Gracias",
me dijo. Limpió su garganta y comenzó su discurso: "La Graduación es un
buen momento para dar gracias a todos aquéllos que nos han ayudado a través de
estos años difíciles: tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizá algún
entrenador... pero principalmente a tus amigos. Yo estoy aquí para decirles que
ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir y, a este
propósito, les voy a contar una historia”.
Yo
miraba a mi amigo incrédulo cuando comenzó a contar la historia del primer día
que nos conocimos. Aquel fin de semana él tenía planeado suicidarse.
Habló
de cómo limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él: para que
su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela.
Me
miraba fijamente y me sonreía. "Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me
salvó de hacer algo irremediable". Yo escuchaba con asombro como este
apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de debilidad.
Sus
padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. En
ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras:
-
"Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes
cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. Dios nos pone a cada uno
frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera".
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